Los orígenes de las finanzas éticas, de las inversiones socialmente responsables se remontan a los años 60 y 70, donde determinados colectivos sensibles a valores como la justicia, la ecología, la cooperación, la solidaridad… empezaron a cuestionarse ¿dónde se están invirtiendo nuestros ahorros? ¿Qué actividades se están financiando con nuestro dinero? Y así, tras un ligero acercamiento a sus ahorros descubrieron que éstos iban destinados a sufragar proyectos o causas contra las que diariamente ellos luchaban. Hablamos, por ejemplo, de asociaciones de médicos que descubren que están invirtiendo en empresas dedicadas a la producción y distribución de tabaco, a la elaboración de fármacos ilegales…; o también grupos cristianos que se dan cuenta que sus ahorros contribuyen a financiar materiales para guerras, etc… Un ejemplo es el de un grupo de ciudadanos que realizó un boicot a la empresa fabricante del gas NAPALM utilizado en la guerra de Vietnam.
Después de esto, surgieron iniciativas bancarias en Europa en los años 80 que se fueron consolidando hasta formar grandes bancos holandeses e italianos.
En España hubo varios intentos pero no será hasta la década de los 2000 cuando se ponen en funcionamiento varias iniciativas interesantes que se van consolidando; a nivel nacional, la cooperativa de crédito FIARE; a nivel regional coop57 y a nivel local un montón de proyectos, entre los que está Banca Ética de Badajoz a nivel de esta ciudad.